¿Es momento de un cambio? ¿Te mudaste y no sabes cómo decorar? Te dejamos algunos criterios para guiarte en esta importante elección que marcará la diferencia en tus espacios.
En esta decisión pueden influir uno o más aspectos como tu gusto personal, la función del espacio, las tendencias decorativas, entre otros. Antes de verlos, haremos un pequeño repaso sobre los colores y sus combinaciones para facilitar este proceso.
Los colores se dividen en primarios, secundarios, terciarios y complementarios. En el esquema inferior puedes ver los primarios (amarillo, azul y rojo), cuya combinación resulta en los secundarios (violeta, verde y naranja). Si se mezclan éstos, obtendrás colores erciarios
En esta decisión pueden influir uno o más aspectos como tu gusto personal, la función del espacio, las tendencias decorativas, entre otros. Antes de verlos, haremos un pequeño repaso sobre los colores y sus combinaciones para facilitar este proceso.
En cuanto a los colores complementarios, se trata de aquellos que, de acuerdo con el esquema, están en posiciones opuestas. Así, el verde es complementario del rojo, por ejemplo.
Puedes aplicar diferentes formas para seleccionarlos:
1. Por su clasificación
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Monocromática: Varios tonos o intensidades de un mismo color.
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Relacionada: Colores adyacentes en el círculo, como por ejemplo rojo, violeta y lila.
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Complementaria: Colores opuestos, donde uno se elige como dominante y se complementa con el que está en posición opuesta en el círculo. Por ejemplo, el azul como dominante y el naranja, complementario. Éste deberá ponerse en menor medida en una habitación para lograr el contraste de forma moderada.
2. Por las emociones que evocan
Gracias a la psicología del color, puedes conocer su significado y así saber cuál se ajusta más a la función del espacio que vas a decorar
(descanso, trabajo, entretenimiento). Hay tantos significados como colores, pero recogimos algunos que pueden ilustrarte al respecto (conoce más en este enlace)
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Verde brillante: frescura, vida, renovación, fuerza, exuberancia.
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Azul oscuro: credibilidad, profundidad, autoridad, fuerza, profesionalidad, concentración.
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Rojo brillante: excitación, energía, sexualidad, pasión, calor, dinamismo, estímulo, provocación, dramatismo, poder, coraje, magnetismo, asertividad, e impulsividad, aventura, demanda, inspiración, espontaneidad.
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Amarillo claro: calidez, felicidad, dulzura, tranquilidad, suavidad.
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Blanco: pureza, pulcritud, inocencia, silencio, claridad.
3. Por el tipo de luz
Un aspecto que debes revisar es cuánta luz natural ilumina tu espacio. Si es poca, puedes optar por el color blanco o tonos claros, con el fin de aumentar la luminosidad de la habitación.
Por otro lado, saber el tipo de luz que tienes en el espacio a decorar, te ayudará a definir el tono indicado, pues si en tu casa u oficina hay iluminación de luz cálida, esto modificará los colores al ser una luz amarilla, mientras que, si es de color blanco, serán modificados por la luz azul.
4. Por el clima
Con los colores puedes contrarrestar las sensaciones del clima que impacta el sitio que vas a decorar. Si es frío, puedes optar por una paleta de colores cálida, y viceversa.
Si vives en un país como Colombia, donde los climas son variados en ciertas regiones, puedes usar colores neutros en los muros y complementar con accesorios de colores vivos en zonas especiales de acuerdo con la temporada.
5. Por tu gusto personal
Este será un buen punto de partida, sobre todo si es tu habitación u oficina. En tu alcoba, será importante contemplar que es para descansar, así que no recomendamos colores tan intensos, mientras que, en tu oficina, dependiendo de tu oficio, dependerá de si buscas concentración o inspiración creativa.
Es vital que te sientas a gusto en cada espacio. Si piensas hacer un cambio de este estilo, te podemos asesorar y llevar a cabo tus ideas de la mano de un profesional, con todas las garantías.